February 3, 2009

Fitur y la crisis económica

La semana pasada estuve en Fitur, una de las ferias turísticas más importantes de Europa, después de la World Travel Market (Londres) y la ITB (Berlín). Es la primera vez que asisto a esta feria, pero desde luego se podía sentir la crisis en el sector: según me contaban, había muchos menos expositores y mucho menos tráfico de gente que otros años; faltaban compañías tradicionales en el sector como Orizonia, Barceló Hoteles o Iberia. ¡Y eso que hasta el fin de semana sólo está abierto a los profesionales del sector! Veremos qué ocurre el fin de semana…


Durante los años 70 y hasta los años 90, el turismo fue la gran industria de España y el motor de la economía del país. El turismo en España se ha caracterizado siempre por el clásico “sol y playa”, cuando los centro-europeos se acercaban hasta nuestras costas en busca del buen clima y unas condiciones económicas asequibles. A raíz de esa demanda nacieron en España, durante los años 69-70, varias compañías hoteleras que organizaban, distribuían y hospedaban a los clientes y que hoy se han convertido en las mayores cadenas hoteleras de Europa, tanto por número de camas como por facturación. En el mercado vacacional resaltan sobre todo las cadenas mallorquinas como Sol Meliá, Barceló, Iberostar, Riu, Globalia u Orizona, todas ellas empresas familiares. Y en el segmento urbano NH y AC Hoteles.


Durante los últimos 10 años, parece que el turismo ha dejado su puesto de motor de la economía española a las constructoras e inmobiliarias, favorecidas por la burbuja inmobiliaria. Es curioso que esta situación se haya dado en unas condiciones económicas mundiales donde ha reinado el crecimiento y la globalización, pero la razón no se debe tan solo a la obsolescencia del parque turístico español, sino a la poca visión de las empresas turísticas. El mercado se ha movido y las empresas se han quedado donde estaban y como consecuencia. Con el crecimiento de la economía europea y la ampliación de la UE han surgido nuevos mercados que ofrecían buenos estándares de calidad a precios asequibles cuando en España seguíamos ofreciendo el Todo-Incluido a un mayor precio. Los turistas han decidido por lo tanto cambiar de destinos buscando países como Croacia, Grecia, Turquía o el Norte de África donde podían encontrar buenos espacios naturales, quizá con instalaciones en peor estado, pero desde luego a mejor precio. Y nosotros hemos seguido ofreciendo los mismos paquetes a los mismos precios, sin cambiar la oferta.


Quizá es hora de que el turismo se reinvente, parece que el clásico sistema de captar clientes vía paquetes promocionales ofrecidos por tour operadores y ofrecidos por agencias de viaje ha quedado obsoleto. Sería bueno aprovechar la crisis actual para ofrecer una ventaja competitiva sostenible a los turistas. Y es que España tiene activos que pueden marcar una diferencia respecto a sus competidores como la calidad de los servicios, ciudades con todas las comodidades de un país desarrollado, seguridad, etc. Sería buena idea que las cadenas españolas empezaran a pensar en evadir el cada vez más innecesario paso de agencias de viaje y tour operadores (ahorrándose así el coste de fees), y empezar a enfocarse más en el cliente, ofreciendo un paquete vacacional enriquecido lo que conllevaría sin duda a un aumento de los precios finales, pero que nos permitiría posicionarnos en un segmento más elitista, por así decirlo. De esta forma se reducirían las pernoctaciones pero se aumentaría el gasto/día de los turistas ya que estaríamos llegando a un turista que no busca sólo “sol y playa” sino una oferta completa.